Una mujer fue señalada injustamente por Carulla de robarse un polvo facial
A una de ellas la trasladaron hasta la URI. Y lo peor de todo es que el polvo que compraron, Carulla se quedó con el artículo.
"Aquí les dejo la peor foto de mi vida". Así lo describió en su cuenta de Twitter, la profesional Angélica Ramírez, a quien un guardia de seguridad de Carulla la señaló de robarse unos polvos faciales en un establecimiento denominado Placeres Carulla, en la calle 63, el lunes anterior en Bogotá.
Angélica, quien es barranquillera, y su prima Sofía Reyes, samaria, llegaron al establecimiento y compraron, tal y como lo muestra un recibo un polvo facial por 20.200 pesos, pero como su prima quería el mismo tono cuando lo estaban comprando ella sacó el polvo que había adquirido el domingo en otro establecimiento para comparar los tonos. Lo volvió a meter en su bolso, pero cuando salían del lugar el guardia le dijo que una requisa, que fueran a otra zona, y ya estando allí comenzó su calvario.
"Pagamos y justo cuando íbamos saliendo, nos detiene un guardia de seguridad y sin abrir espacio al diálogo, nos llevaron a la bodega del supermercado. Una vez dentro procedieron a requisarnos", relató la joven.
Según relató la joven, tanto en sus redes sociales como en un Facebook Live con la periodista Vicky Dávila, el guardia, que en las fotos que aparecen de él se apellida González, las insultó.
"Al encontrar el polvo mío, un polvo usado cabe recalcar, el comportamiento de los guardias se torno más hostil y no querían escucharnos, ni siquiera al mostrarles la factura y explicarles lo sucedido. Hasta ese momento, solo queríamos hacerles entender que se trataba de un error", escribió la joven en su cuenta de Twitter.
“Se los robaron. Esa fue la respuesta de uno de ellos. Nos amenazaron con llamar a la Policía, nosotras accedimos y les pedimos que por favor revisaran los videos. Dijeron haberlos revisado ya, así que procedieron a llamar a las autoridades", comentó Ramírez.
Y explicó: "Nosotras nos tranquilizamos porque sabiamos que con la Policáa, íbamos a tener el derecho a ser escuchadas y a demostrarles, con la ayuda de las autoridades, nuestra inocencia". Sin embargo, fue peor para la joven porque el patrullero que llegó a atender el caso hizo caso omiso. "Lamentablemente y para mi sorpresa, en Colombia funciona diferente. El policía ni siquiera se dedicó a escuchar mi versión. Me leyó los derechos, procedió esposándome, me llevo a la patrulla, nos llevaron a un CAI Simplemente me llevaron a la patrulla , luego a un CAI y de alli a la URI", dijo.
La joven relató que el polvo usado lo cambiaron por uno nuevo, pero por fortuna otra prima lo encontró entre los exhibidos.
Ramírez fue judicializada, siendo inocente, le tomaron las huellas, la llevaron hasta un fiscal. Este error de Carulla, que luego fue reconocido por la abogada de la empresa, le dejó a la joven un daño en sus antecedentes. Según contó la joven, la abogada le dijo al suyo: "Revisamos las cámaras, se trata de un error, qué pena lo que pasó".
El fiscal le dijo que este caso era para no pasar a mayores. Sostuvo que el propio gerente de Carulla no les prestó atención a sus súplicas.
Lo peor es que después de este episodio, la joven no tiene en sus manos el polvo compacto que compró porque la que terminó robada y macillada fue ella.
La joven, quien es profesional y su prima estudiante de Medicina, envió un mensaje a que tengan cuidado cuando vayan a Carulla. "No puedo creer lo que me pasó"; indicó a W Radio.